Pregunta: Dormiremos en el cielo?
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Pregunta: “�Dormiremos en el cielo?”
Respuesta:
El sue�o es una necesidad f�sica para nuestros cuerpos terrestres. Sin el sue�o, nuestros cerebros dejan de funcionar correctamente y nuestros cuerpos se niegan a trabajar. El ciclo del sue�o y el despertar es s�lo uno de los muchos ciclos que Dios ha establecido en la tierra; otros son el ciclo de las estaciones, el d�a y la noche, y el ciclo del agua. Estos ciclos forman parte de la vida en este planeta. Sin embargo, despu�s de la muerte, estaremos en un reino diferente. Al morir, los que est�n “en Cristo” estar�n inmediatamente con �l (2 Corintios 5:8), pero a�n no tendr�n sus cuerpos completamente restaurados. Debemos esperar a la resurrecci�n para recibirlos (1 Corintios 15:40; 2 Corintios 4:14; Juan 5:28-29). Lo m�s probable es que en el intermedio, despu�s de la muerte y antes de la resurrecci�n, nuestras almas no necesiten dormir; m�s bien, disfrutaremos de adoraci�n y gozo ininterrumpidos en la presencia del Se�or.
“Dormir” en el cielo -el reino espiritual donde esperamos la resurrecci�n- puede que ni siquiera sea posible o necesario. Jes�s describi� el lugar de descanso temporal para los justos como “cerca de Abraham” (Lucas 16:23). Tendremos alg�n tipo de cuerpo, y nos reconoceremos (Lucas 16:22-24). Podremos tener alg�n conocimiento de los acontecimientos de la tierra (Lucas 16:27-28; Apocalipsis 6:9-10). Pero debemos prestar atenci�n a las reacciones de los seres humanos que vieron a Dios en Su gloria, como hicieron Isa�as (Isa�as 6:1-5), Mois�s (�xodo 33:20-23) y Juan (Apocalipsis 1:17). Vivir en la presencia manifiesta del Se�or Dios Todopoderoso lo cambiar� todo. Las cosas de la tierra, incluido el sue�o, ya no tendr�n el mismo valor para nosotros.
Sin embargo, Dios cre� a los seres humanos para habitar un reino f�sico. �l tiene la intenci�n de restaurar todas las cosas por completo (Hechos 3:21). En la resurrecci�n, nuestros esp�ritus, que han estado con Cristo, se reunir�n con nuestros cuerpos restaurados. Entonces habitaremos la nueva tierra completamente restaurada con Jes�s (Isa�as 65:17; Apocalipsis 21:1-2). La eternidad la pasaremos viviendo en cuerpos perfectos en una tierra perfecta con Jes�s como nuestro Rey indiscutible. En el estado eterno, el sue�o puede volver a ser parte de nuestra experiencia, al igual que comer y beber (Lucas 14:15; Apocalipsis 19:9). No obstante, el sue�o no ser� necesario debido al agotamiento o la debilidad porque nuestros cuerpos ser�n perfectos como el de Jes�s despu�s de Su resurrecci�n (Lucas 24:41-42). El hecho es que no sabemos bastante de las Escrituras para afirmar definitivamente si dormiremos o no en el cielo, en el milenio, o en el estado eterno. Esa es una de las miles de preguntas que se responder�n en el cielo. Una cosa es segura: cuando veamos a Jes�s por primera vez, el sue�o ser� lo �ltimo en nuestra mente.
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